martes, 19 de febrero de 2008

Amanecer


Muchas veces nos levantamos de un doloroso problema, otras tantas nos embriagamos con recuerdos, más dañinos que el licor, pero muchas otras mas lloramos.

Reímos con el tiempo que ha transcurrido, y vemos las lapidas de nuestro cementerio con los nombres de tantos conocidos amigos y familiares que estuvieron vivos para nosotros. Los cambios no son malos, son dañinos los olvidos, Pero en cierta medida son justos, cuando discutes con un amigo, y pierdes total noción de su persona, no tienes más opción que dejarle en paz.

¿Todos somos diferentes, no?, si un amigo te deja, y ves que su cambio es radical, déjalo ir, busca de nuevo entre tantas personas, otro amigo, porque la amistad es bella, gracias a la amistad he podido recapacitar, sobre los acontecimientos vividos, he logrado madurar.

No es creer renacer, no es creer cambiar, ni es creer morir, si no es querer ser tu mismo otra vez.

Dejo de lado todo rencor, el orgullo a su correcta sazón, y las personas que son,
Gracias a mis amigos por estar ahí, pese al tiempo, están quienes tienen que estar.

Jp.

1 comentario:

enunpaislejano dijo...

wenoh
me gusto lo q escribiste
pa variar!!


reflexivo, es cierto, los amigos nos ayudan muxo, pero son prestados, el señor sabe cuando es que nos toca seguir solos.

espero no sea esta la ocasion.